Mucha gente que vea la noticia ya conocería a Rafael de Dios, un salmantino que con la llegada del buen tiempo se sentaba, desde hace un par de años, en un pequeño rincón junto a la Catedral para deleitar a quien paseaba por allí con la música que sale de su guitarra.
Rafa, de 50 años, y en paro desde que en 2008 cerrara sus puertas la fábrica Nachi, obtiene sus únicos ingresos de las monedas que la gente le da para agradecer el arte con que ameniza los paseos por el casco histórico.
Hoy, quizá aprovechando que era el Patron de la Policía Local para lucirse, un par de agentes han acudido a su habitual lugar y le han advertido de que si le volvían a ver por allí le quitarían la guitarra y le multarían con 300€, prohibiéndole hacer lo que mas le gusta y lo que le da el pan para llevar a casa.
Censuran hacer música en la calle, pero pasear por Salamanca sin que te acosen mendigos rumanos explotados por mafiosos es algo impensable.
Todo esto es debido a una nueva ley del Ayuntamiento de Salamanca que prohibe realizar Continúa leyendo